domingo, 2 de agosto de 2009

ACENTUACION LA PALABRA EXPRESIVA

ACENTUACIÓN: LA PALABRA EXPRESIVA


Un acento mal colocado deforma una palabra o mutila una frase, cuando debería ser más bien una ayuda para ella,
El acento es un dedo indicador, señala la palabra esencial de una frase, en la palabra así subrayada encontramos el alma, la esencia intima, el cenit del subtexto. Démosle la importancia que tiene el acento ya que será la que corone nuestro texto hablado y como sabemos el acento es el tercer elemento en importancia del lenguaje. Por lo que debe ser ordenado tanto en el lenguaje coloquial como el habitual.
Un acento puede indicar afecto o malicia, respeto o desprecio, franqueza o hipocresía; puede ser ambiguo, sarcástico. Sirve la palabra en bandeja.
Convirtamos la palabra en una idea, un significado, que su composición de sonidos, letras y silabas forme una línea melódica; entonces la palabra asumirá un movimiento ascendente o descendente, plegarla a voluntad. Y alcanzará forma, definición, plenitud y armonía.
Evitando la forma mecánica, sonidos secos, formalistas, inanimados, que solo están relacionados externamente entre si. Sino debemos darle vida.
¿Pero como? Dándole a la palabra el significado que le ha sido conferido por la naturaleza, el contenido, la sensación, la idea, la imagen, y no reduciéndola a una serie de ondas sonoras que hacen vibrar el tímpano.
Pintemos un cuadro con la palabra, de manera que el individuo que están bosquejando, que tienes en el ojo del pensamiento y que están describiendo al otro personaje quede claro para él. Y el se dará cuenta de si el ser humano que hay tras esa palabra es hermosa o deforme, alto o bajo, agradable o repugnante, cruel o bondadoso.
Tratemos de trasmitir lo que vemos y sentimos en nuestro interior con ayuda del sonido, la entonación y los demás medios de expresión.
No nos basemos en un modelo vivo, sino traigamos a la memoria una imagen de nuestros recuerdos y pongámoslo como cuando un pintor pone a sus modelos al frente y luego digámoslo como vemos en nuestra retina del ojo interior. Que la palabra nos haga sentir una necesidad de acción., de comunicación real y no simplemente algo que debo decir.
Además recordemos que el adjetivo caracteriza, da color al sustantivo y lo hace distinguido de todos los demás.
Es mucho mas importante que logremos producir un efecto en los demás al transmitir lo que llevamos en el corazón y en la mente; por tanto, no hay que hablar al oído, sino al ojo de nuestro interlocutor de escena.- esta es la mejor manera para lograr las emociones y reacciones. Venos dos leyes:

a) un adjetivo que modifique a un sustantivo no toma ningún acento, define, suplementa al sustantivo, y se combina con él. Esta regla esta implícita en el sentido de la palabra adjetivo.
Si nos apoyamos en esta regla, parecería que no se puede poner el acento en la segunda palabra, es decir en el adjetivo, pero existe la otra regla

b) ley de la yuxtaposición, al igual que en las pausas sicológicas, trasciende sobre todas las reglas y normas. Las palabras yuxtapuestas que pensamiento, sentimiento, nociones, conceptos, acciones, imágenes, etc.
Esto utilizamos más en el lenguaje en el teatro, si una frase esta compuesto de dos elementos contrapuestos, expresemos uno en tono alto y el otro en tono suave, uno en voz alta el otro en voz baja, uno con este o aquel ritmo o colorido, el otro de una forma dispar. Lo que se necesita es que la diferencia entre las dos ideas sea lo más claro y nítido posible. Apoyados en esta regla, si se quiere poner el acento sobre la segunda de las dos palabras, el adjetivo, debemos tener en primer lugar un sustantivo que implique un contraste.
Para que las palabras se dejen decir de una forma espontánea y natural, lo primero es pensar y luego expresar.
No se deben amontonar los acentos uno sobre otro, sino suprimirlos, cuanto menos acentos haya en una frase, mas clara será la frase. Siempre y cuando esos pocos acentos estén bien colocados sobre las palabras claves. El arte de suprimir los acentos es tan difícil como el de colocarlos pero la practica nos dará la facilidad.
En aras de la claridad los actores nos vemos a obligados a menudo en la necesidad de contar episodios tangenciales, detalles oscuros, pero importantes para la obra. Pero debemos de hacerlo de tal forma que la atención de .los espectadores no se distraiga del hilo principal de la historia; cualquier clase de comentario debe presentarse de manera clara y escueta, sin rellenos excesivos. En este caso es aconsejable ahorrar las inflexiones y los acentos.. En otras ocasiones, cuando se trata de frases largas y de peso, deben enfatizarse solo algunas palabras aisladas y dejar que las otras vayan pasando con claridad, pero sin llamar la atención. De esta forma un texto difícil, se ve aligerado por la forma de hablar, una tarea que los actores debemos efectuar a menudo.
Cuidado con la sobreacentuación como la infraacentuación, solo debemos resaltar el contenido y el efecto de la palabra sobre la que recae el acento, téngase en cuenta que las palabras aisladas independientes del contexto, perderían, naturalmente, todo significado interno
La prisa, los nervios, el balbuceo de palabras, el vomito de frases enteras, no las atenúa los acentos, sino las destruye. Y eso es ajeno a nuestras intenciones el nerviosismo de parte de el que habla no hace mas que incomodar a los oyentes, la pronunciación borrosa irrita porque obliga a esforzarse y adivinar las cosas que no entendemos. Todo esto atrae la atención de los escuchas y subraya la parte
del texto que se intentaba atenuar, todo este trapiche confiere pesadez al lenguaje. La calma y el control le dan ligereza para aplicar el pedal suave a una frase se necesita una inflexión deliberadamente desprovista de adornos, una falta casi completa de acentuación, una seguridad y un control excepcional.
Esto inspira calma en quien lo escucha.
Hay que realzar claramente la palabra clave y luego añadir con suavidad, con presicion, conscientemente, lo que sea necesario para la comprensión general de la frase, pero sin énfasis. En esto esta basado el arte de la no acentuación, Un ejemplo para que practiquemos separándolos por episodios:

1º episodio: Un “Hombre maravilloso” llega.
2º episodio: Escucha los motivos por los cuales no puede ver a la persona que ha venido a visitar.
3º episodio: El hombre maravilloso esta desolado y anonadado, ¿espera o se va?
4º episodio: Se siente ofendido, decide marcharse, para nunca mas volver. Se va.

Esto produce cuatro secuencias independientes con cuatro acentos, uno para cada uno
Lo primero, para cada uno de los hechos lo primero es tener una visión interna, viva de la cosa sobre la vamos a hablar y una dosificación adecuada y expresiva de los acentos en cada frase. Tenemos que ver en nuestro interior la imagen que estamos tratando de transmitir a la persona a quien nos dirigimos. No solo describirlo, sino que nos haga sentir de que manera llega y se marcha el hombre maravilloso del episodio, no solo lo que hace, sino también como lo hace.
El estado de ánimo, ¿estará alegre y contento por el contrario triste o preocupado?
Lo que debemos agregar a la acentuación el colorido de la emoción, el grado del estado de ánimo; si su decepción es fuerte, profunda, violenta, suave ¿Cuál será su estado de animo al tomar la decisión de marcharse y no volver nunca mas? ¿Es un estado de resignación o de amenazadora violencia? Habrá que añadir estos matices no solo a los puntos clave, sino a la totalidad del episodio.
Además es necesario también conocer nuestra gramática.
Tomemos otro ejemplo “Ha venido aquí una persona conocida tuya”, acentúese la palabra que se quiera y el sentido será diferente cada vez.
Ahora pongamos dos acentos, digamos en “conocida” y “aquí” notan que es mas difícil de encontrar una justificación y pronunciar la frase ¿por qué? Porque ase le esta inyectando un nuevo significado .primero porque no es cualquier quien ha venido, sino alguien conocido tuyo y además no ha ido a cualquier sitio en general, sino que ha venido aquí.
Pongamos un tercer acento en “venido” y la frase se complicara en su significado subyacente y en su transmisión, porque además de los otros factores uno nuevo sugiere que no vino a caballo o en carro, sino que vino a pie-
Imaginemos una frase muy larga acentuada todas y sin un apoyo subyacente para los acentos
La única forma de describirla seria: una frase llena de palabras acentuadas sin importancia. Hay, sin embargo, ocasiones en que deben encontrarse razones subtextuales para acentuarse todas las palabras y las nuevas connotaciones que cada una va añadiendo. Es mas fácil separarlas que expresarlas como una unidad.
En cuanto a las palabras secundarias sin acento y sin importancia, necesaria para el sentido general de la frase, estas también deben ser atenuadas, y pasar a segundo término.
Esto exige una gama de acentuación: fuerte, media, suave. De la misma forma que en la pintura existes tonos oscuros y claros, tonos medios, cuartos de tono, color, claroscuro, hay en el lenguaje una gama correspondiente de grados diversos de fuerza y acentuación.
Estos deben medirse, coordinarse y combinarse sin embargo en cierto modo se debe calcular los acentos débiles, con el propósito de realzar la palabra clave que lleva un acento fuerte, no deben competir entre si no
mas bien fusionarse en una línea completa para facilitar la trasmisión de una frase difícil. Debe haber perspectiva en las partes aisladas, así como en la estructura completa de un texto
Al igual que el pintor en su lienzo le da profundidad para darnos la impresión de muchos planos. Así también nosotros disponemos de muchos planos de lenguaje que crean perspectiva en la frase. La palabra mas importante resalta con mayor definición en primer término del plano de sonido; las palabras menos importantes crean una serie de planos más profundos.
En este trabajo lo esencial no es tanto el volumen como la calidad del acento.
Esto es lo importante: ¿el acento que suba desde lo mas bajo o que baje desde lo mas alto? ¿Se hunde con pesadez o se desliza suavemente hacia arriba en una penetración sutil? ¿Es un impacto suave o violento, áspero o casi impalpable, cae repentinamente y se desvanece al instante o queda latente durante un tiempo relativamente largo? Por otro lado existe lo que llamaríamos acentos masculinos y femeninos.

a) El masculino.- es claro y cortante, como el golpe de un martillo en un yunque. Un acento así es breve, instantáneo.

b) El femenino.- al igual que el masculino, pero el martillo arrastrándolo por el yunque. No es de carácter menos definido, pero no acaba en seguida, dura un poco más.

Esa acción de arrastre mantenida, será un acento femenino.
He aquí otro ejemplo que combina la palabra y
;INTEGRACIÓN la acción. Si una persona enfurecida expulsa a un invitado indeseable de su casa, utilizará palabras fuertes, acompañada de los gestos apropiados, apuntando hacia la puerta. En sus palabras y gestos estará utilizando el acento masculino.
Si una persona mas refinada hace lo mismo, sus palabras de expulsión serán las mismas, serán firmes y claras, pero su voz bajará, sus acciones se harán más lentas y la dureza inicial se vera modificada. Esa especie de golpe fuerte, con una continuación sostenida corresponde a un acento femenino.
Otro factor que interviene en la elección de los acentos y en la coordinación de las palabras es la entonación. La línea y estructura que la entonación proporciona a una palabra le inyecta una gran fuerza expresiva y no pequeña efectividad. El acento puede combinarse con la entonación. En este caso la segunda proporcionará un colorido que contendrá los diversos matices afectivos: acariciante, malévolo, irónico, un velo de desprecio, respeto, etc.
Además de la entonación, tenemos otros medios diversos para dar relieve a una palabra. Podemos colocarla entre dos pausas, y para resaltarla, una puede ser una pausa sicológica. Sino podríamos eliminar todos los acentos de las palabras menores para darle fuerza a la palabra clave.
Es necesario establecer la interrelación, el grado de énfasis, la calidad de la acentuación, entre todas las palabras acentuadas y no acentuadas; hay que crear un plano tonal con perspectiva necesaria para dar movimiento y vida a una frase.
Cuando hablamos de coordinación pensamos en la integración armoniosa, en la interrelación de los grados del volumen de acentuación, con la finalidad de realzar determinadas palabras. Así es como produciremos una forma armoniosa, una frase plena de belleza arquitectónica.
Todo lo que hemos dicho con respecto a la acentuación y a la coordinación de las palabras acentuadas en una cláusula puede se aplica al momento de subrayar cláusulas aisladas dentro de una historia completa o de un monologo. La cláusula importante puede estar acentuada fuertemente por comparación de otras de menor importancia mientras que la palabra clave de la cláusula llevara también un acento mas fuerte que de las cláusulas no acentuadas.
La cláusula principal puede ser realzada al colocarse entre dos pausas, esto se consigue subiendo o bajando la tonalidad fonética de la frase acentuada o recurriendo a una línea de inflexión más viva que le proporcionara un matiz más fresco.
Otra manera de dar énfasis a una frase clave es variar el tiempo y ritmo en relación con el de las partes subordinadas de un monologo o de una historia, finalmente podemos conservar la fuerza y los matices normales de la cláusula acentuada, pero atenuando el resto de los segmentos y suavizando sus golpes de acento.
Si se amalgama con el superobjetivo de una obra de teatro, siguiendo
la línea del subtexto y la línea continua de acción, estos acentos prestaran a las palabras que se digan una importancia excepcional, porque nos ayudaran a lograr la gran finalidad de nuestro arte: infundir la vida de un espíritu humano a un personaje o a una pieza teatral.
La capacidad de sacarle el máximo provecho de nuestras posibilidades de lenguaje dependerá de nuestra experiencia, conocimiento, gusto, sensibilidad y talento. Los actores y actrices con una sensibilidad para las palabras, para su lengua nativa, llevaran sus métodos de coordinación, de creación de planos y perspectivas del lenguaje a un grado de virtuosismo.
Los que no estén dotados de talentos tendrán que esforzarse mas concienzudamente en la adquisición de un amplio conocimiento y en el estudio de su propia lengua; se verán obligados a trabajar mas para adquirir experiencia práctica y arte.
Cuanto más disponga el actor y la actriz de medios y posibilidades, tanto mas vivo, potente, expresivo e irresistible será su lenguaje.
La repetición de los mismos efectos fonéticos convierte esos efectos en algo molesto parecido a la monotonía de un empapelado de pared con un motivo demasiado chillón, en escena hay que manejar los medios de expresión de una forma diferente no en estado bruto sino en furción de un propósito determinado.
Tenemos que economizar, ir acumulando mas emociones. La frase no se entiende por si misma, entonces la termino en mi interior.

- Se necesita intención. Debemos subir, pero no de repente, por tiempos. Hay que cuidarse de que el segundo segmento tenga más fuerza que el primero, el tercero más que el segundo, el cuarto más que el tercero., pero sin gritos.
- El ruido no es fuerza. La fuerza reside en la subida progresiva. Si después de una subida tendremos que volver ligeramente hacia abajo o cinco notas de subida y dos de bajada. Subida total: tres tonos. ¿Pero el efecto será de cinco tonos? Luego volver a subir cuatro notas y bajar dos. Total: solo dos notas de subida. Pero la impresión es de cuatro. Y así sucesivamente efectuando estas economías en mi registro, alcanzara para las todas las palabras que requiera. ¿Se trata de economizar no solo las emociones, sino también al registro de la voz?
¡Mas tarde, si en mi registro no me quedan bastantes notas para seguir subiendo la voz, tendré que intensificar el acento y cuidar las pausas
- ¡Tendré que sentir el sabor de las pausas en la lengua. Eso también produce la impresión de un aumento de potencia! Pero ahora debemos sentir esa pausa.
Nada nos impedirá introducir una pausa sicológica además de la pausa lógica.
- Una pausa para respirar aviva la curiosidad.
- Una pausa sicológica cumple la misma función para con las reacciones naturales de uno mismo, la intuición… la imaginación… y el subconsciente…
- Una pausa para respirar me da tiempo a repasar mis imágenes mentales… a realizar a trabes de mis movimientos, expresiones faciales, emisión de radiaciones. Esto no debilitara la tensión dramática. ¡Por el contrario una pausa dinámica despertara mi interés y el de ustedes!
- Pero no debemos caer en la pura técnica, Debemos concentrar el pensamiento en mí tarea inmediata: tengo que conseguir a toda costa que vean ustedes las imágenes de mi mente.
- ¡Debo permanecer activo! Actuaré con un propósito definido. Pero no debo dejar que la pausa se prolongue innecesariamente.

¿Por
qué se abren nuestros ojos?
¿Están emitiendo radiación con más energía?
¿Y porque se extienden nuestros brazos lentos y majestuosamente hacia arriba?
¿Y todo nuestro cuerpo, nuestro yo también?
¿Es el ritmo arrollador de las olas?
¿Creen que es estudiado?

¿Un efecto teatral?

¡No solo…!
¡Es espontáneo!
¡Nos daremos cuenta cuando estemos actuando y después que se a producido!
¡Cuando todo ya esta hecho!

¿Qué será lo que lo a producido?
¿la intuición?
¿El subconsciente?
¿La naturaleza creadora? Quizás.

¡Pero lo único que logra estos efectos es la pausa sicologica lo facilita!
¡Ha preparado el estado de ánimo!
¡Ha instigado la emoción!
¡La trae y la pone en funcionamiento!
¡Ayuda también al subconsciente!
¡Si estos movimientos lo hubiéramos hecho conscientemente, calculado el efecto teatral, no hubiera tenido el mismo efecto!
¡Pero como a sido la naturaleza misma la que lo ha hecho…entonces es creíble por completo!
¡Porque es natural! ¡Porque es la verdad!
Y esto nos satisface, nos guata, natural nuestras expectativas
Sigamos experimentando.

¿Hasta que punto nos provoca y nos pondrá en inflamación la pausa?

¡Hagámosla mas activa!
¡Provoquemos nuevamente a la naturaleza, a nuestro subconsciente!
¡Disponemos de todos los medios para conseguirlo¡
¡Llego a la nota mas alta la pronuncio y luego dejo caer !el sonido¡
¡Dejamos las riendas, nos contenemos los provocamos con nuestras pausa!
¡Cuando más nos contenemos, más grande es la provocación!
¡Ha llegado el momento de eliminar los obstáculos!
¡De movilizar todos los medios de expresión¡
¡Todas las fuerzas al asalto!

Para añadir el punto final de un parlamento trágico. Es la muerte. Desde la nota mas alta hasta el fondo mismo del registro de nuestra voz.
La naturaleza del punto final lo exige
Al oír aquello en nuestro Interior sentiremos el estallido de una rebelión interna, se escarapelara nuestro cuerpo sentiremos un corto circuito en todo el cuerpo.
Es que los actores y actrices también nos conmovemos en momentos como estos a pesar de las consideraciones técnicas y profesionales.
Pero esto también va a depender de todo el grupo humano que esta en escena, del público que se entrega y de nuestra seriedad y sinceridad con la que ponemos en escena una obra teatral ACTIVA.

Les deseo mucha suerte y que este pequeño compendio del tratamiento de un elenco de teatro en el proceso creativo les sea de utilidad, cualquier consulta, duda u omisión que se haya tenido pueden consultarlo al celular 0197730157 - 01985624283 al E.mail edgardomanrique1@hotmail.com o manrique.edgardo@gmail.com

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