domingo, 2 de agosto de 2009

PROCESO DE LA CREACIÓN DEL PERSONAJE

PROCESO DE LA CREACIÓN DEL PERSONAJE


La creación de un buen personaje es un punto fundamental del desarrollo de un relato o la puesta en escena. El personaje lo es todo para el éxito de la obra. Si no es creíble o no transmite lo que el autor necesita, probablemente fallará el mensaje y por lo tanto, fracasará el trabajo. Todo buen libro tiene buenos personajes, aunque no todos los buenos personajes están acompañados necesariamente de historias bien logradas. En esta oportunidad enfocaremos, la construcción de esos personajes tan importantes para que la historia que vamos a encarar tenga un buen soporte y una mayor llegada a los lectores.
Respecto a la forma de lograr un buen personaje, debe quedar claro que no hay métodos buenos o malos. La clave es no limitarse. Hay que hacer todo lo necesario para conocer al personaje mejor de lo que podría conocerse él a sí mismo e, indudablemente, mejor de lo que le conocerá el lector o el público. Esto ayudará a que nuestra narración o escenificación sea rica, incluso si decidimos omitir elementos que sólo nosotros sabemos. Hablar de alguien que nos resulta familiar, y lograr que el lector quede imbuido del espíritu que quisimos imprimirle es más fácil si sabemos bien cómo es, o cómo se comportaría en ciertas situaciones, o cuál es su mentalidad, sus sueños, su historia, todo.
Cuanto más rico sea nuestro desarrollo del personaje, mejor podremos transmitirlo, y mayor será la empatía que lograremos.
Para eso, la creación requiere el aporte de todos los elementos que hacen a un ser real, como si en verdad estuviera vivo e interactuase con otros en diversas circunstancias, con las características personales que le hemos otorgado
Para comenzar el proceso, es una buena idea empezar por el

1.- aspecto físico. Es como conocer a alguien. Primero notamos su apariencia. En un principio, eso es todo lo que podemos ver de un desconocido.
2.- Intenta crear una imagen visual de tu personaje en el momento en que aparecerá en tu historia.
Además, cuando comencemos a escribir, vamos a poner a nuestros personajes en un punto crítico de sus vidas. Por eso, no sólo debemos saber cómo se ve en ese momento exacto, sino que nos preguntaremos: "¿Qué ha ocurrido en la vida de esta persona para hacerle actuar y verse así?".
Si le ayuda, puede hacer uso de tijeras, pegamento, papel y revistas. Algunos escritores cortan y pegan partes de cuerpos, caras y ropas de distintas figuras para visualizar mejor a su personaje. Y el actor o actriz crea un muñeco como rompecabezas con ciertas características de personas conocidas (su voz, su caminar, su riza, etc.) Se puede trabajar así hasta que la persona imaginada surja del papel, siquiera como esbozo. No será el aspecto exacto, pero puede ayudar.
En todo caso, si prefiere saltarse esta opción, (solo cuando se escribe dramaturgia) es igualmente importante dedicar un tiempo a producir una imagen mental vívida del personaje, con todos los detalles que pueda incluir.
  • ¿Cómo se ve en general, a primera vista?
  • ¿Qué edad tiene?
  • ¿Es bello/a o feo/a?
  • ¿Es elegante o descuidado/a?
  • ¿Cuál es su estructura física?
  • ¿tiene tiques nerviosos?
  • ¿Tiene marcas visibles como cicatrices, por ejemplo?

Son algunas de las muchas preguntas que debes poder responder al final, como si le conociese cercanamente
Una vez desarrollada la imagen visual, es momento de comenzar a escribir su biografía.
Puede ser tan corta o larga como desees. Lo importante es conocer bien al personaje y su pasado, para aplicar ese conocimiento en el momento crítico de su relato.
El primer paso para escribir la biografía es crear un nombre al personaje. Algunos autores ponen mucho énfasis en el nombre de los personajes porque el nombre simboliza quiénes son como personas. Para hacerlo, enfócate en la imagen de tu personaje y pregúntate, por ejemplo:

  • ¿Dónde nació esta persona?
  • ¿Quiénes son sus padres?
  • ¿Cómo eran ellos a grandes rasgos?

El factor territorial es importante a la hora de definir un nombre, siendo muy distinto ser chino que francés o portugués, por ejemplo. También cuentan las inclinaciones personales, ideológicas, etc. de los progenitores. Por ejemplo, unos refinados intelectuales posiblemente no usarán el mismo tipo de nombre que unos campesinos, o un padre pragmático no le llamará igual a uno poeta.
Piensa también en lo que deseas producir a través del nombre. Tienes que "calzar" con tu personaje. No lo utilices sólo porque te gusta, sino porque sientes bien a quien va a llevarlo. Tienes que ver con lugar, personalidad y época.
Una vez que lo has decidido, puedes empezar a escribir. Puedes iniciar tu historia con el día del nacimiento, con su concepción o incluso cuando fallece, de la vida familiar de sus antecesores. No hay una sola forma de hacer una biografía. Lo importante es incluir tantos detalles importantes como sea posible. Por ejemplo.

  • ¿Dónde nació y en qué condiciones sociales, familiares, ambientales?
  • ¿Qué hora del día era, qué clase de día, cómo estaban sus padres?
  • ¿Fue un nacimiento sencillo o no?
  • ¿Nació tal vez antes o después de lo esperado?


Analiza a los padres, al resto de su familia, la relación que tienen entre ellos y los sucesos que marcaron su vida, como si la estuviese contando él mismo a un amigo muy cercano.
Continúa con su niñez.

  • ¿Tenía abuelos?
  • ¿Tuvo una infancia feliz?
  • ¿Tenía algún hábito o gusto extraño?
  • ¿Era violento, pasivo, alegre? Etc.
  • No hay límite para la cantidad de investigación que puedes desarrollar acerca de la vida de tu personaje.

Recuerda, todos esos factores variables están dando forma a tu personaje y a la manera en que reaccionará en los momentos críticos de su vida. Este punto crítico de la vida de tu personaje es el elemento clave de tu obra literaria y lo será de tú actuación.
Ahora es el momento de establecer la necesidad de tu personaje porque esto crea la meta de todo el relato.
Tu historia tiene que ver con lo que tu personaje hace para cumplir con su necesidad. Aquí es cuando incorporas su idea en el proceso creativo de escritura. Nosotros, antes de comenzar a escribir, tenemos una idea o una motivación de la historia en la cabeza. Nuestra necesidad es contar esta historia desde el principio hasta el fin. Entonces, empieza por preguntarte:


¿Cuál es la exigencia de mi personaje?

Para saberlo, cuenta toda su historia en dos o tres oraciones. Esto te ayudará a encontrar la base de tu relato. Por ejemplo: "Una niña huérfana se escapa del hogar en el que vive, a pesar de las amenazas de la directora del lugar. Allí la maltrataban y ella huye en la noche hacia el peligro de las calles. Tiene una serie de aventuras tristes y alegres, hasta que conoce a alguien que le muestra el afecto de una familia".
Ahora que tenemos la base de la historia en el papel, podemos definir la necesidad del personaje: "Esta es una historia acerca de MICAELA LOPEZ, una huérfana que desea sentir el amor de una familia, y hará todo por encontrarlo". Sería demasiado simple que la necesidad de la niña fuese escapar del maltrato de la institución infantil. En realidad ella desea sentir el afecto de una familia y hará todo por encontrar ese lugar en el mundo en el que sienta que encaja. Este es un punto crítico en la vida de Micaela. Ella ha sufrido mucho hasta ahora, y no quiere volver a soportar maltratos. Si huye, no podrá regresar porque su vida se convertiría en un infierno. Se atreve a vivir en la incertidumbre y el peligro de las calles, porque se siente sola y desea ser querida. Acepta el desafío y el riesgo, en un intento de encontrar amor. Su huída es el punto de no retorno de esta historia.
Cada relato debe centrarse en ese momento de la vida de tu personaje. Analiza su vida en ese punto.

  • ¿A qué se dedicaba el personaje hasta ese momento?
  • ¿Le gusta su vida?
  • ¿Está enamorado/a?
  • ¿Se ha casado, divorciado, es soltero/a?
  • ¿Tiene dinero?
  • ¿Cuáles son sus aspiraciones?

Todas las respuestas que encuentres durante este proceso de análisis alimentarán el conflicto del personaje buscando cubrir su necesidad.
El conflicto es fundamental en la historia, porque permite incorporar los desafíos, dramas, dilemas y peligros que nuestros personajes deben enfrentar para alcanzar su meta. Cuanto más desafiantes sean los conflictos, más interesante será la historia. Cada situación debe tener conflicto, o si no se perderá la atención de los lectores. Esto es cierto tanto en dramas como en comedias.
Tómate el tiempo para trabajar en la necesidad de tu personaje a través de dos o tres oraciones. Una vez establecidos estos elementos, puedes analizar la vida del personaje en el punto en que su relato va a comenzar
Podemos tener todo claro, hasta ahora, respecto a la construcción de la apariencia, historia y necesidad del personaje, pero todavía no tenemos resuelta su personalidad. La forma en que encarará las diversas situaciones a medida que éstas ocurran en el relato.
No es necesario que contestes absolutamente todo. Enfócate en lo más relevante para su historia. Lo importante a través de este trabajo es poner al personaje en acción, para desarrollar una forma de ser que utilizará a lo largo de toda la obra. Vuelvo a repetir, una vez más, que cuanto mejor entiendas y desarrolles al personaje, eso se traducirá en un relato más rico, real y profundo.
Incluyo, algunos ejercicios que pueden ayudarte:

  • ¿Qué es lo que teme tu personaje? ¿El fracaso? ¿El abandono? ¿Los insectos?
    Escribe una escena que hable del origen de ese miedo, y otra que muestre este miedo actuando en tiempos recientes.
  • ¿Qué agrada a tu personaje? No se trata de lo que disfruta con logros momentáneos, sino de aquello que lo moviliza profundamente. ¿La familia? ¿Creatividad tal vez? ¿El servicio a otros? ¿Encontrar un lugar en el mundo? ¿Algún valor espiritual?
    Escribe una escena que muestre y desarrolle esto.
  • ¿Cómo muestra amor tu personaje? ¿Es expresivo o no? ¿Hace regalos? ¿Sonríe? ¿Es cálido o frío? ¿Es bueno expresándose con palabras? ¿A quién/es ama y por qué?
    Escribe una escena donde tu personaje esté mostrando amor a alguien. Incluye acciones grandes y pequeñas.
  • ¿Qué hace enojar a tu personaje? ¿Cómo reacciona? ¿Es violento o implosivo? ¿Tal vez nunca se enoja? ¿Es verbal o físico? ¿Reflexivo o impulsivo?
    Escribe una escena en la que el personaje enfrente una situación que le causa este sentimiento.
  • ¿Qué tan competitivo es tu personaje? ¿Por qué le importa competir? ¿Trabajo, deportes, apariencia física, rivalidad amorosa?
    Escribe una escena en la que el personaje pierde, y otra en la que gana. ¿Cómo actuará en cada situación?
  • ¿En qué piensa tu personaje cuando está solo? ¿Recuerdos? ¿Cuestiones filosóficas? ¿Esperanzas? ¿Desilusiones? ¿Temores?
    Pon a tu personaje a descansar, y relata sus pensamientos e ideas.
  • ¿Cuáles son los sueños de tu personaje? ¿Formar una familia? ¿Vivir aventuras? ¿Ser famoso? ¿Luchar por una causa? ¿Por qué esto le resulta importante?
    Escribe una escena en que el personaje piensa que nunca logrará cumplir su sueño.
  • ¿Qué tendría que hacer tu personaje para conseguir cumplir su sueño?
    Escribe una escena en que tu personaje considera que puede alcanzar su sueño. Muéstralo decidiendo hacer los sacrificios necesarios para lograrlo. O escribe una escena en que decide que su sueño no vale el sacrificio de otras cosas que valora.

Una vez que has escrito una escena o dos, agrega detalles de personalidad a tu personaje.

  • ¿La música le ayuda a pensar?
  • ¿Qué clase de música?
  • ¿Qué le gusta comer?
  • ¿Tiene algún tic o costumbre relacionada con el momento de decidir algo o actuar en cierta forma, nerviosa?
  • ¿Le mueve algún principio en particular?

Deja que estas características surjan en sus escenas. Y recuerda que este ejercicio es importante realizarlo con los distintos personajes de tu historia, especialmente con el protagonista y el antagonista. Ambos deben ser creíbles y para ello tienen que estar igualmente bien construidos.
A menos que tu historia esté centrada en un objeto inanimado, y aún posiblemente en ese caso, la creación de los personajes que animarán el relato -no importa si este es corto o largo - es fundamental para el mismo.
¿Alguna vez has leído un libro o visto una película que te dejó indiferente? Casi con seguridad tú respuesta será: SÍ. No se trata de que el género escogido no fuese de tu mayor preferencia. Cuando una historia está bien narrada, y sus personajes son verdaderos, o siquiera expresan bien una condición humana, un sentimiento o un conflicto, es difícil que el receptor se quede dormido o se aburra.
Es entonces aquí donde debes incorporare y definir los parlamentos de tus personajes porque ya están pulidos y ya tienes la visión y la imagen forjada.
¿Qué ha fallado en esas obras? Intenta evitar los mismos errores.
Un buen libro se compone de distintos elementos, pero entre los fundamentales están los personajes que lo encarnan. ¿Nunca has visto a alguien que parece "hecho a la medida" para determinada profesión? ¿Qué hace que esa persona se vea tan bien en "ese papel"? Intenta lograrlo con tus personajes, a menos que busques justamente lo contrario, es decir, hacerlos verse fuera de lugar.
Para terminar quiero recalcar que tu historia se mantendrá fuerte si una buena trama es sostenida por personajes creíbles y coherentes con ellos mismos. Tú no actúas a la ligera, una vez de un modo, otra de otro. Tenemos patrones de personalidad, una apariencia y una historia que nos convierten en quienes somos y no en alguien más.
Estudia, investiga, desarrolla y conviértete en padre o madre de tu creación. Cuanto más cercano estés de esto, mejor será el resultado. Los lectores, la obra - y tú mismo/a - seguramente lo agradecerán.

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